“Nemophila”, es la combinación de las palabras de origen griego “nemos” (bosque pequeño) y “phileo” (amor).

De acuerdo al portal del “Hitachi Seaside Park” (Parque Junto al Mar Hitachi”, la nemophila es una planta originaria de América del Norte, conocida en japonés como “rurikarakusa”.

Crece hasta una altura de aproximadamente veinte centímetros, mientras que las flores son muy bonitas y su tamaño oscila entre los dos y tres centímetros. Normalmente, estas pequeñas plantas solo tienen un papel secundario en los jardines, pero en Japón, filas y filas dan origen a un paisaje propio que llega al cielo.

Hitachi Seaside Park

La primavera es la estación en la que las flores cobran vida y aunque también regresan a las ciudades, allí es casi imposible encontrarte con un campo lleno de nemophilas.

Por eso, los japoneses viajan a un amplio parque natural situado a unas dos horas al sur de Tokio, donde cada año el parque costero de Hitachi se llena de millones de magníficas flores azules y la escena parece sacada de un cuento.

Inaugurado en 1991, se trata de un área relativamente grande (190 hectáreas), que contiene un parque de atracciones con una noria, un estanque con fuentes, extensos campos de flores de temporada y un circuito para bicicletas de once kilómetros.

Según la temporada, tendremos la oportunidad de ver diferentes tipos de flores. No obstante, por encima de todas ellas destaca la nemophila y es que más de cinco millones de ejemplares tiñen de azul una superficie de 4.2 hectáreas, que incluyen la colina Miharashi no Oka y sus alrededores, esto entre mediados de abril y los primeros días del mes de mayo.